El saxofón
Este instrumento también pertenece a la familia de los instrumentos de viento madera, pese a estar fabricado de metal. Para producir el sonido también se basa en la vibración de una sola caña hecha de bambú. ¡Como el clarinete!
Por ello no es casualidad que la invención de saxo, allá por 1840, de la mano de Adolph Sax, fuera debida a un intento de mejora del clarinete, que finalmente evolucionó en un instrumento distinto.
El saxofón tiene también varias partes. Encontramos por un lado la boquilla, donde se sujeta la lengüeta mediante la abrazadera, un único tubo donde se encuentran las llaves y por donde pasa el aire. Finalmente, el tubo termina en la campana. Cabe destacar que su sistema de llaves se accionan gracias a unas varas.
El registro del saxofón no es tan grande como el del clarinete. El saxo puede hacer sonar casi una octava menos. Pero sin duda su característico sonido es mucho más potente.
Lo más interesante del saxofón es que forma una gran familia, ya que hay saxofones de muchos más tamaños, y por lo tanto, al cambiar el tamaño cambia también el registro. Es muy característico ver grupos de varios saxofones distintos, tocando juntos. Esta agrupación se denomina Ensemble de Saxofones.
Los tipos saxofones que encontramos reciben el nombre de: Saxofon soprano (más pequeño y agudo), saxofón alto (el que todos conocemos, es un poquito más grave), saxofón tenor, saxofón barítono, etc...
El saxofón comenzó a utilizarse en las bandas militares y fue allí donde se dio a conocer. Pero es por el jazz por el estilo musical que más fama tiene este instrumento. Es muy característico en la música afroamericana. Sin embargo, también podemos encontrarlo en otras agrupaciones como Bandas Sinfónicas, Big Bands y poco a poco, gracias a las nuevas composiciones está haciéndose un sitio en la Orquesta Sinfónica, aunque su inclusión total aún no está del todo clara.
Este instrumento también pertenece a la familia de los instrumentos de viento madera, pese a estar fabricado de metal. Para producir el sonido también se basa en la vibración de una sola caña hecha de bambú. ¡Como el clarinete!
Por ello no es casualidad que la invención de saxo, allá por 1840, de la mano de Adolph Sax, fuera debida a un intento de mejora del clarinete, que finalmente evolucionó en un instrumento distinto.
El saxofón tiene también varias partes. Encontramos por un lado la boquilla, donde se sujeta la lengüeta mediante la abrazadera, un único tubo donde se encuentran las llaves y por donde pasa el aire. Finalmente, el tubo termina en la campana. Cabe destacar que su sistema de llaves se accionan gracias a unas varas.
El registro del saxofón no es tan grande como el del clarinete. El saxo puede hacer sonar casi una octava menos. Pero sin duda su característico sonido es mucho más potente.
Lo más interesante del saxofón es que forma una gran familia, ya que hay saxofones de muchos más tamaños, y por lo tanto, al cambiar el tamaño cambia también el registro. Es muy característico ver grupos de varios saxofones distintos, tocando juntos. Esta agrupación se denomina Ensemble de Saxofones.
Los tipos saxofones que encontramos reciben el nombre de: Saxofon soprano (más pequeño y agudo), saxofón alto (el que todos conocemos, es un poquito más grave), saxofón tenor, saxofón barítono, etc...
El saxofón comenzó a utilizarse en las bandas militares y fue allí donde se dio a conocer. Pero es por el jazz por el estilo musical que más fama tiene este instrumento. Es muy característico en la música afroamericana. Sin embargo, también podemos encontrarlo en otras agrupaciones como Bandas Sinfónicas, Big Bands y poco a poco, gracias a las nuevas composiciones está haciéndose un sitio en la Orquesta Sinfónica, aunque su inclusión total aún no está del todo clara.
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